Primera prueba del Citroën C4 PureTech 155: así va el tope de gama
Conducimos el compacto de Citroën con el nuevo motor PureTech 155 EAT8 que se sitúa como el más potente de la gama. Estos son sus secretos...
El Citroën C4 acaba de completar su gama con la reciente llegada de los nuevos motores de acceso y el inicio de comercialización de este PureTech 155 gasolina, disponible por 27.520 euros, que es protagonista de nuestra siguiente toma de contacto. Aunque se espera que la opción más vendida siga siendo la versión PureTech 130 con cambio manual (copa el 53% de las ventas actuales del C4), la versión más potente puede ser la alternativa perfecta para quienes desean obtener una respuesta aún más directa y unas prestaciones todavía mejores. Se quedará muy posiblemente peleando con el PureTech 130 EAT8 (14% de las ventas), ambos por debajo del Blue HDi 130 EAT (24%) en términos de mercado. El eléctrico, por el momento, solo alcanza el 4% del mix total.
¿Cómo se obtiene ese extra de potencia en el PureTech 155? Pues básicamente es el mismo motor que los PureTech de 100 y 130 CV, pero incorpora un turbo más grande cuyo funcionamiento se realiza mediante un motor eléctrico, en lugar de neumático. También gestiona el aire de forma distinta, añade inyectores y bujías específicas y equipa un software con distinta programación.
Hablamos, por tanto, de un bloque de 1,2 litros y tres cilindros turboalimentado con inyección directa y distribución variable que monta un filtro de partículas para adaptarse a la norma Euro 6.3 y que, en este caso, declara 155 CV de potencia y 240 Nm de par entre las 1.750 y las 4.000 rpm. Además, toda esta familia de motores PureTech utiliza en los elementos responsables del rozamiento interno el material DLC, que es una especie de carbono diamantado que reduce el desgaste y el esfuerzo.
En la práctica, notamos una mecánica más viva sobre todo en aceleraciones y recuperaciones. Se estira más que sus hermanos y lo hace con alegría, aunque la falta de cuenta revoluciones en el cuadro de instrumentos nos impide ver hasta qué margen concreto puede llegar con brío. En todo caso, a pesar de que la diferencia con respecto al PureTech de 130 CV no es ni mucho menos grande, sí percibimos al volante (al menos en las zonas más reviradas) que el coche rueda con algo más de soltura.
Esta versión solo está disponible con la transmisión automática EAT de ocho relaciones desarrollada por Aisin y lo cierto es que su funcionamiento nos gusta bastante. Su respuesta es suave y en modo manual obedece con bastante eficacia.
En cuanto a prestaciones, es capaz de completar el 0-100 km/h en 8,5 segundos y alcanzar una velocidad punta de 208 km/h. Destaca su eficiencia, con un consumo medio homologado de 5,8 l/100 km y unas emisiones de 131-145 g de CO2/km.
Si hablamos de comportamiento dinámico, nos parece que el C4 se posiciona con ventaja como uno de los referentes indiscutibles del segmento en materia de comodidad y suavidad a bordo, gracias a sus Amortiguadores Progresivos Hidráulicos y a los asientos Advanced Comfort que se ofrecen en opción.
